Ya hace meses que los instaladores venían clamando al cielo ante la imposibilidad material de cumplir el plazo previsto por el Gobierno. Y lo mismo han hecho los operadores de televisión. Al final, el Ejecutivo asumirá la cruda realidad y demorará tres meses, hasta el 1 de abril de 2015, el plazo del apagón de la Televisión Digital Terrestre (TDT) por el denominado Dividendo Digital. En cuanto el Gobierno confirme esta modificación del calendario, previsiblemente en el Consejo de Ministros de hoy, España incumpliría con las condiciones acordadas al respecto por la Comisión Europea.
Inicialmente, el Ministerio de Industria fijó el próximo 1 de enero como fecha tope para que los canales de TDT -que actualmente realizan sus emisiones en la banda de 800 megahercios- migraran a otras frecuencias. El espacio liberado por las televisiones pasaría al instante a ser ocupado por las compañías de móviles para ofrecer servicios de banda ancha móvil. Ese proceso es conocido como el dividendo digital, lo que también viene a ser un valioso recurso por el que los operadores de móviles pagaron más de 1.200 millones en el último concurso de frecuencias.
De esa forma, las compañías de móviles deberán resignarse ante este cambio de condiciones y aplazar el referido trimestre tres meses la puesta en marcha de los servicios de 4G de mayor calidad, tanto de alcance geográfico como de penetración en interiores.
No se prevén indemnizaciones
En su momento, fuentes de los operadores de telecomunicaciones indicaron que cualquier retraso en las concesiones del dividendo digital daría lugar a posibles indemnizaciones. Sin embargo, no parece que el Gobierno esté por la labor de compensar al sector del móvil por este motivo. Si acaso, el Ejecutivo podría rebajar las posibles sanciones a las que debería hacer frente el sector en caso de interferencias del 4G con las señales de TDT. Analistas del sector consideran que tanto Telefónica como Orange no parecerían muy preocupadas ante un posible retraso, con el consiguiente retraso de la disponibilidad efectiva de la banda de 790-862 MHz.
Según ha podido saber elEconomista, el gran problema que frena la adaptación de las antenas en millones de hogares responde a problemas de suministro de amplificadores. La industria tuvo conocimiento de las necesidades de equipamiento el pasado verano, momento en el que realizaron los correspondientes pedidos masivos a los fabricantes, en su mayoría asiáticos. El envío de estos componentes tienen un plazo aproximado de cinco meses. Por ese motivo, miles de hogares no han adaptado sus antenas pese a haber solicitado los servicios con suficiente antelación.
El colectivo de instaladores de antenas considera que la adaptación de las antenas apenas alcanza el 30 por ciento del total, porcentaje que podría rondar el 50 por ciento a finales de año.
Los principales grupos de televisión también han expresado su preocupación ante un retraso que impediría a millones de españoles recibir todos los canales de televisión a partir de principio de año.
Fuente: El Economista