Oliart presidirá la RTVE ante un escenario de transición

El enorme desafió que representa para RTVE competir, sin publicidad, con las TV privadas y con los nuevos medios de Internet, puede exigir otro perfil al de Oliart.

En sus primeras declaraciones, tras conocerse su próximo nombramiento como presidente de RTVE, Alberto Oliart reconoció que "no sé nada de televisión", al tiempo que consideraba, sin embargo, que "es lo mejor para juzgar".

No obstante, con un estatuto recién aprobado, que garantiza cierta independencia de los poderes públicos, y una nueva ley audiovisual ya en marcha, que obligará a cambiar por completo su planteamiento empresarial, RTVE necesita pocos cambios en profundidad y mucho pragmatismo.

En los próximos meses, la televisión pública tendrá que manejarse en un entorno desconocido, sin ingresos publicitarios, con un tamaño muy inferior al que ha venido teniendo y con nueva competencia, primero de las cadenas de TDT, generalizadas con el apagón analógico del próximo abril, y luego con la irrupción de Internet en los contenidos audiovisuales.

Desde el sector coinciden en señalar la necesidad, más que nunca, de contar con un profesional del sector al frente de los medios de comunicación públicos, por lo que interpretan el nombramiento de Olart como un periodo de transición, hasta consensuar un perfil más acorde con los desafíos a corto plazo de RTVE.

El ex ministro de Defensa apostó por la "objetividad y la neutralidad" de los medios públicos. En declaraciones a la Cadena Ser, donde trabaja ahora comentarista político, Oliart señaló que, en una sociedad "tan plural" como la española y con tendencias tan distintas, la radiotelevisión pública tiene que ser "lo más aséptica posible en ese aspecto".